Soy diabética de tipo 1 desde hace 50 años y me interesé mucho cuando oí hablar de la terapia basada en la luz que está desarrollando PolyPhotonix.
En los últimos años he recibido tratamiento con láser para la retinopatía diabética en cada ojo y esto siempre ha sido motivo de preocupación, sobre todo porque puede conducir potencialmente a la pérdida de mi carné de conducir.
El hecho de que la fototerapia de PolyPhotonix no sea invasiva elimina este motivo de preocupación, lo cual es fantástico, pues el riesgo de perder el carné ya no es un problema.
Vivo en el campo y tengo que conducir unos 50 km para llegar a mi trabajo como auxiliar docente de nivel superior en un colegio.
Si perdiera el carné, mi marido y yo tendríamos que mudarnos y cambiar sustancialmente nuestro estilo de vida.
También soy miembro de Girlguiding UK y poder conducir hasta las unidades que apoyo es muy importante para mí, por no hablar de la independencia que supone poder conducir.
El día antes de empezar a llevar la mascarilla, me sometí a una revisión ocular rutinaria como parte del apoyo continuo que recibo como paciente diabética.
Al cabo de un par de semanas, recibí una carta del departamento que había realizado la revisión, en la que me indicaban que la imagen mostraba un posible problema macular y me remitían a un examen más detallado en el hospital oftalmológico local, para una cita con un especialista.
Esto tuvo lugar unas seis semanas después del examen inicial, durante las cuales llevé la mascarilla PolyPhotonix al acostarme.
Sin duda recomendaría a otras personas con diabetes que utilizaran la mascarilla, ya que en esta segunda consulta el médico no pudo ver ningún indicio de problemas maculares, lo que me demostró que la mascarilla Noctura 400 había eliminado cualquier problema macular.
No había hecho nada diferente durante las seis semanas transcurridas entre las consultas, excepto llevar la mascarilla al acostarme.
Durante las dos primeras noches que llevé la mascarilla me di cuenta de que llevaba algo, pero no me pasó nada.
En todo caso, me atrevería a decir que duermo mejor con la mascarilla puesta, no he pasado ni una sola noche en vela con la mascarilla puesta.
Los niveles de luz son fáciles de conciliar el sueño e incluso si abres los ojos y miras las luces, tienen un nivel cómodo.
He tenido que hacer un pequeño ajuste en la posición de la cabeza mientras dormía, pero no me ha causado ningún problema.
La máscara de tela no me ha causado ninguna reacción en la piel, lo cual es estupendo, ya que tengo la piel muy sensible y siempre existía la posibilidad de que esto ocurriera.
La mascarilla es fácil de usar y entender, con instrucciones de uso muy fáciles de leer que facilitan su uso en casa.
Cuando la utilicé varias noches, ponerme la mascarilla al acostarme se convirtió en una rutina.
A lo largo de los años, me he sometido a tratamiento con láser en ambos ojos por retinopatía, lo que resolvió el problema en 2000/2001; sin embargo, en mi revisión de principios de 2014, la retinopatía había vuelto a empeorar.
No hay duda de que elegiría el tratamiento Noctura 400 en lugar del tratamiento con láser.
La naturaleza no invasiva y fácil de usar de la máscara elimina cualquier experiencia traumática que se produjera cuando me aplicaron el láser en los ojos.
Sigo llevando el antifaz cuando me acuesto y animaría a cualquier persona con diabetes y que sufra retinopatía a hacer lo mismo.